miércoles, julio 18, 2007

Copenhagen Jazz Festival 2007


No podía perdérmelo.

La lluvia estropeó lo que podría haber sido una semana al sol escuchando música, pero poco importa. La ciudad olía a jazz por los bares, las plazas y los rincones.

Empezamos en el teatro real, fue una sorpresa mágica. Preparada para una fiesta de cumpleaños de repente me vi caminando el Strøget, camino al teatro, con unas entradas en la mano para ver a Joshua Redman y Kenny Garret. ¿Dije paseando? Digo saltando, sonriendo, revoloteando feliz... Los dos grupos impresionantes. En especial el primero: limpio, fresco, perfecto.

Al día siguiente vimos a Rasmus Nøhr, que cantaba con otro que nos gustó menos. Salió el sol, el concierto era al aire libre. Rasmus es el único danés que hace que el idioma suene bien. Todavía nos falta comprobar si, efectivamente, decían aquello uqe creimos o imaginamos entender.

El siguiente concierto destacado fue McCoy Tyner, esta ven en la Glassalen del Tivoli. El concierto me gustó mucho, aunque el saxofonista danés que actuaba invitado junto con el grupo se nos indigestó un poco. Esperábamos un concierto de piano, y acabamos escuchando más saxo, después de haber visto a Joshua Redman unos días antes!! No hay color...

Mavis Staples. Todavía la s
eguiría aplaudiendo. Después de una estupenda cena en Tivoli, la noche no podía seguir mejor. La señora emocionó a todo el público, no había nadie que no cantara, coreara, aplaundiera, tarareara, marcara el ritmo, sonriera, riera o silbara. Su poderosa voz, así como la de los coristas, llenaba la sala... La música sonaba como procedente de un disco, coordinada, pulcra, impecable.

Y ademaaas... O
tros artistas! Si alguien quiere ver más: www.jazzfestival.dk.









Visita en España, trabajo en Copenhague y otros menesteres

El tiempo pasa rápido y parece mentira que hace un mes que volví de España y todavía no he escrito nada... Así que tendré que hacer otro resumen acelerado de lo que ha ido pasando. Aunque en realidad siempre es lo mismo, han pasado muchas y pocas cosas a la vez. Podría hablar tres líneas, 3 párrafos o 3 páginas... Me quedaré en el límite de unos pocos párrafos.

Los días en casa fueron bien en general. Con sus más y sus menos... Primero, por fin vi a Diana! Que ya era hora de tener tiempo para hablar tranquilamente, con todo lo que la hecho de menos. Tuve que estudiar casi todo el resto de los días, pero Carlos fue mi "Writing Club", y la pesadez del estudio (y de todo lo demás) la llevamos muchísimo mejor. Hasta hubo momentos divertidos!! Por supuesto, también aproveché para ver a mis amigos de la uni y del pueblo todo lo que pude, aunque siempre menos de lo que me gustaría... Visité también unas bodegas en la Rioja con mis padres, un día muy alegre.

Después, volví a Copenhague y empecé a trabajar. Está muy bien esto de trabajar para aprender más que en cinco años de carrera y darse cuenta de algunas cosas, sobre todo de lo que NO quiero hacer durante el resto de mi vida: programar. Estoy disfrutando mucho, no lo niego, pero no es para siempre:)

Dura la vida del trabajador, en cierta medida se pierde la emoción de los días. Ya no hay cafés a media mañana que te lleven, o escapadas furtivas al sol, o compañeros que con sus tonterías o una sonrisa te alegren la jornada... Menos mal que para compensar desde que salgo por la puerta de la empresa hasta que me voy a la cama no paro! Festival de Jazz de Copenhague, paseos, compras, cenas... Y sin tener que acallar el grillo de la conciencia diciendo que podría trabajar más:)

El proyecto lo empiezo a partir de septiembre, que hay que disfrutar del verano y, ya se sabe, el tiempo pasa rápido…