martes, diciembre 26, 2006

Navidades y otras cosas

Desde la cómoda tranquilidad de Aguarón observo y reflexiono sobre el frenético mes de diciembre. Ni un segundo de esta calma que ahora me sobra y desborda. Aunque sólo lo lamento por los que me sufrieron...


Recapitulo.



Estudiar. Esa es la palabra resumen. Palabra que debe de ser prima hermana de la palabra agobio, como poco. Por no olvidarnos de otra: aburrimiento. Y a este bien conocido infierno universitario se le suman un montón de problemas burocráticos, pérdidas de mis tarjetas de crédito, etc...





Pero para que no digan que me quejo mucho, me centaré en las cosas bonitas. La gente de mi piso, un "we are family" a coro. Desayunos, comidas, cenas, tés, cafés, películas y canciones, risas y llantos, problemas y soluciones, salidas y entradas, ilusiones y desilusiones, que han convertido el día a día en algo tan especial que sólo por eso el cuatrimestre ha valido la pena. (Lo siento, no encuentro foto sana de Jorg)









Visitas. Visita de los padres de Lola a Lola, de Alfredo a Silvio, de Sergio y Ruben a la que escribe. Disfruto de las visitas y los visitantes, aunque en tal situación pude echar menos tiempo del desado...

Fiestas. Más comedidas y sin pernoctar, pero igualmente locas... Además de las que cada visitante merece -sean en modo cena, cervezas o en casa- y los cumpleaños, sobrevivimos a una Winter Party y una Julefrokost con nuestro propio estilo internacional.







Y la mudanza y la partida. Mis cosas formando una montaña de cajas esperando ser movidas a un nuevo lugar. Triste es el dejar un piso tan feliz, nuestro piso de los lagos... Alegre será el encontrar uno nuevo... Donde sea.







No, no me olvido de mi islita, pero me permito el ser discreta. Aludidos y curiosos llamad.

Y ahora, Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar. Pero de esto hablamos otro rato...